Un emblema del siglo XIX

El Faro de Capdepera fue construido en 1861 por orden de Isabel II como un punto de referencia para los navegantes que transitaban desde el sur de Francia hacia la isla de Menorca. Pronto, esta emblemática torre de luz se convierte en un escudo protector para las víctimas de naufragios castigadas por los fuertes vientos de la zona, así como en un ícono de las mejores vistas panorámicas desde donde puede observarse el noreste de Mallorca a más de cincuenta metros del nivel del mar. Situado a tan solo dos kilómetros de Cala Ratjada, el acceso al faro se realiza por una carretera sinuosa que está en óptimas condiciones para subir en coche, en bicilecta o a pie. Y una vez arriba, el cielo es la recompensa.

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